En el siempre efervescente mundo de la Fórmula 1, pocos temas generan tanto debate como el rendimiento y la actitud de los pilotos. Uno de los nombres que recurrentemente ocupa titulares por su supuesta falta de entusiasmo es el de Lance Stroll. Sin embargo, la percepción general sobre el piloto canadiense de Aston Martin ha encontrado un inesperado y potente defensor en la figura de Adrian Newey, el legendario ingeniero que este año se sumó a las filas de la escudería de Silverstone.
Durante años, la imagen pública de Stroll se ha visto empañada por la recurrencia de respuestas monosilábicas en entrevistas, una notable ausencia de sonrisas ante las cámaras y un rendimiento en pista que a menudo ha sido calificado de inconsistente. Estos factores han alimentado la creencia, tanto entre los aficionados como entre algunos analistas, de que el piloto carece de la motivación necesaria para competir al más alto nivel en la categoría reina del automovilismo. Se ha insinuado que su permanencia en la F1 podría estar más ligada a su apellido y a la inversión de su padre en el equipo, que a un genuino amor por la competición.
Sin embargo, Adrian Newey, una mente brillante detrás de múltiples campeonatos de F1 y ahora en un rol clave dentro de Aston Martin, ha salido al paso de estas críticas con una perspectiva diferente. Según Newey, estas percepciones sobre Stroll no reflejan la realidad de su compromiso y pasión por el deporte. Su visión, basada en la interacción directa y la observación detallada del trabajo del canadiense dentro del equipo, difiere radicalmente de la narrativa popular. “Creo que Lance tiene una reputación injustamente mala. Ha estado en el mismo equipo que Sergio Pérez, Nico Hulkenberg, Sebastian Vettel y ahora Fernando Alonso. Lance estuvo a menudo al mismo nivel que estos grandes y extraordinarios pilotos. Todos los pilotos que compiten en Fórmula 1 son muy buenos, sin duda. Y Lance es mucho mejor de lo que la gente cree”, expresó Newey.
Follow @formulanitrocom
COMMENTS