Isack Hadjar reveló que su camino no fue lineal y que, tras una temporada de debut desastrosa en la Fórmula 2, llegó a temer que su sueño de la F1 nunca se haría realidad.
El ascenso de Hadjar a la F2, después de un sólido cuarto lugar en el campeonato de Fórmula 3 de 2022, se esperaba con grandes expectativas. Sin embargo, su temporada con el equipo Hitech se convirtió en lo que él mismo ha calificado como una “pesadilla”. Sus resultados quedaron lejos de lo esperado, logrando tan solo un podio y terminando en un decepcionante 14.º lugar en la clasificación general. Fue durante ese difícil período que la duda se instaló en su mente. “Hubo momentos en los que pensé: ‘Nunca llegaré a la F1′”, confesó Hadjar, reflejando la cruda realidad que enfrentan muchos talentos en las categorías inferiores.
A pesar de esa dura experiencia, Hadjar mostró una notable resiliencia. En el siguiente año, con una renovada confianza, mejoró su rendimiento y se ganó la oportunidad de debutar en la F1. Su transición ha sido impresionante, destacando con actuaciones notables en las primeras 14 carreras de su carrera en la categoría reina. Sorprendentemente, Hadjar insiste en que su talento innato no ha cambiado; la clave, según él, ha estado en el apoyo que recibió en sus momentos más bajos. “La velocidad pura y el talento siempre han estado ahí. No he aprendido a conducir más rápido en los últimos tres años, eso no es cierto”, explicó el piloto de Racing Bulls.
Hadjar destacó que lo que realmente hizo la diferencia fue el respaldo incondicional de su mentor, Helmut Marko, el estratega de Red Bull. “Afortunadamente, recibí un apoyo muy fuerte de Helmut. Siguió creyendo en mí y me dio una segunda oportunidad, y la aproveché”, afirmó.
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