La sede de Red Bull Racing en Milton Keynes fue el escenario de un momento cargado de emotividad este miércoles, cuando Christian Horner, quien ha sido la figura central del equipo durante dos décadas, se despidió de sus funciones operativas. Tras un anuncio interno realizado por la estructura austriaca, Horner comunicó personalmente la noticia a sus empleados en una reunión a las 10:00 a.m. hora local, revelando detalles de su cese como director de equipo.
En un discurso que conmovió a los presentes, Horner compartió su sentir ante la decisión. “Ayer fui informado por Red Bull de que, operativamente, ya no estaré involucrado con el negocio o el equipo a partir de después de esta reunión. Seguiré siendo empleado de la empresa, pero desde el punto de vista operativo, se transferirán a otra persona. Obviamente, ha sido un shock para mí, pero he tenido tiempo de reflexionar durante las últimas 12 horas. Y quería ponerme delante de todos ustedes para darles la noticia y expresar mi gratitud a todos y cada uno de los miembros del equipo que han dado tanto durante los últimos 20 años y medio que he estado aquí”, comenzó Horner, con una voz que, según testigos, reflejaba la magnitud del momento.
“Cuando llegué hace 20 años, con algunas canas menos, entré en el equipo, no sabía qué esperar, pero me acogieron inmediatamente. Y a partir de dos edificios en ruinas, empezamos a construir lo que se convirtió en una potencia de la Fórmula 1. Ver y formar parte de este equipo ha sido el mayor privilegio de mi vida”, la voz de Horner se quebró y siguió un breve silencio, antes de que la sala se llenara con un prolongado aplauso de reconocimiento por parte de los empleados, posteriormente concluyó Horner, poniendo fin a una era.
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