Helmut Marko confiesa que tenían la certeza de que no lograrían nuevamente el campeonato con Renault como su proveedor de motores. La opción de apostar por Honda era sumamente arriesgada, especialmente por los resultados que hasta ese entonces tenían los nipones, aunque en Red Bull Racing tenían muy claro que con la marca del rombo no lograrían dicho objetivo.
La historia entre Red Bull y Renault es sinónimo de éxitos de 2010 a 2013, los franceses junto a los Milton Keynes lograron ganar cuatro títulos de pilotos y constructores seguidos. Pero esa época dorada terminó cuando la Fórmula 1 decidió introducir los motores turbo híbridos V6 a partir de la temporada 2014, fue entonces que comenzaron las fricciones entre ambas partes debido que los resultados no llegaban, a tal grado que en 2016 Red Bull decidió romper su acuerdo con Renault, aunque siguieron utilizando sus motores bajo el nombre de TAG Heuer, pero era más que evidente que la relación entre ambas marcas ya era insostenible.
En 2019 el equipo austriaco decidió apostar por Honda, sabiendo de antemano que era muy arriesgado ir por ese camino, puesto que los resultados del fabricante japonés desde su regreso a la F1 en 2015 con McLaren no eran muy positivos, no obstante, tenían muy claro que con Renault no volverían a ganar. “Sabíamos con certeza que no podríamos ganar el campeonato con motores Renault”, comentó Helmut Marko a Autorevue.
Asimismo, confesó que el actual monarca de la F1 apoyó en todo momento las decisiones del equipo, incluso antes de que Honda comenzara a trabajar con ellos. “Max siempre apoyó a nuestro equipo, pasase lo que pasase. Siempre le hablábamos de nuestros planes, incluso antes de empezar a trabajar con Honda. Él siempre estaba y está al día de los últimos desarrollos”, concluyó el asesor del equipo austriaco.
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