Cadillac F1 confirmó su alineación de pilotos para su entrada a la Fórmula 1 en 2026, eligiendo a Valtteri Bottas y Sergio Pérez. Este anuncio pone fin a meses de especulación y, de manera notable, deja fuera a cualquier piloto de origen estadounidense, a pesar de que la marca busca consolidarse como un referente genuino del automovilismo norteamericano.
El fichaje de Bottas y Pérez, ambos con 36 años al inicio de la próxima temporada, destaca una estrategia centrada en la experiencia y la estabilidad. Mientras que nombres como Mick Schumacher, Franco Colapinto y Jack Doohan sonaron con fuerza, el director del equipo, Graeme Lowdon, insistió en que nunca existió una “lista” oficial de candidatos. La decisión final, según fuentes de la escudería, se basó en una evaluación profunda de las credenciales de los pilotos, priorizando la fiabilidad y la capacidad de desarrollo del monoplaza por encima de la promesa de talentos jóvenes. En este sentido, la reputación de Bottas como un piloto consistente y que evita incidentes fue un factor clave, a diferencia de la imagen de otros jóvenes con historiales de choques o problemas técnicos.
La elección de Sergio Pérez, además de su vasta experiencia en la F1, aporta un valor comercial significativo. Su enorme popularidad en el mercado latinoamericano es un activo invaluable para una marca como Cadillac que busca expandir su presencia global. Esta combinación de experiencia en pista y atractivo comercial parece haber superado cualquier consideración de incluir un piloto local, lo que subraya la dificultad inherente de encontrar un talento estadounidense con el bagaje necesario para competir al máximo nivel en la F1 actual. La decisión ha sido descrita por Dan Towriss, director ejecutivo de TWG Motorsports y Cadillac F1, como el resultado de una “profunda reflexión sobre el aspecto deportivo”, enfocada en el nivel de rendimiento reciente de ambos veteranos.
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