Red Bull Racing llega a su cita local en el Gran Premio de Austria con una estrategia clara y dos metas principales en mente: asegurar que Max Verstappen, evite cualquier punto de penalización adicional y, crucialmente, reducir la brecha de puntos que los separa de McLaren en el campeonato. La carrera en el Red Bull Ring se presenta como un fin de semana decisivo para las aspiraciones de la escudería de las bebidas energéticas.
El historial reciente de Verstappen con los puntos de penalización ha sido un tema de conversación en el paddock. El neerlandés acumulaba 11 puntos antes del pasado Gran Premio de Canadá, quedando a solo uno de una sanción que le hubiera costado una carrera. Afortunadamente para el equipo, logró sortear ese peligro en Montreal. Ahora, el objetivo inmediato es completar el GP de Austria sin incidentes, ya que esto permitiría la eliminación de dos puntos de penalización de su licencia el día después de la carrera, dejando su cuenta en un más manejable total de nueve. La próxima fecha clave para la eliminación de puntos es el 27 de octubre, lo que subraya la importancia de este fin de semana.
Christian Horner, director del equipo Red Bull, no oculta la relevancia de esta circunstancia. “Estamos deseando competir en el Red Bull Ring. Siempre ha sido una gran carrera para nosotros. Es muy importante que superemos este fin de semana sin problemas. Luego, los puntos de penalización comenzarán a bajar”. Sin embargo, más allá de la gestión de penalizaciones, el otro gran propósito de Red Bull en su casa es obtener un resultado contundente para recortar la diferencia con McLaren. Aunque Verstappen ha sido históricamente dominante en Austria, llevándose cuatro de las últimas siete ediciones, Horner anticipa un desafío considerable esta vez.
El británico, señaló que el segundo sector del trazado, caracterizado por sus curvas de velocidad media, representa el punto débil actual del RB21. A esto se suma la previsión de temperaturas superiores a los 30 °C, un factor que, según Horner, podría favorecer significativamente a McLaren. “Austria es una carrera muy importante y popular, y Max tendrá muchísimos fanáticos apoyándolo. Pero las curvas de velocidad media de la pista podrían ser nuestro punto más débil en este momento. Si el clima es cálido, McLaren será más fuerte. Aún hay una gran diferencia de puntos entre nosotros, pero no vamos a ceder nada. Todavía no hemos llegado ni a la mitad de la temporada. Tenemos muchas carreras y sprints por delante. Si seguimos mejorando el rendimiento del coche, todo puede pasar. Nadie se rinde”, concluyó.
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