Los crecientes rumores sobre el futuro de Max Verstappen siguen dando de que hablar en el paddock de la F1. Aunque su compromiso con Red Bull para el 2026 parece inamovible, la situación para el 2027 es muy diferente. La posibilidad de un cambio de aires se ha vuelto un tema de conversación central en el paddock, especialmente después de las recientes declaraciones de su padre, Jos Verstappen.
Durante el pasado Gran Premio de Países Bajos, Jos Verstappen, padre y co-manager del campeón, avivó las llamas de los rumores al admitir que las conversaciones sobre el futuro de su hijo no se han limitado a Red Bull y Mercedes, sino que también han incluido a la icónica escudería de Maranello. Esta revelación, aunque se califica como “conversaciones informales”, sugiere un interés genuino y estratégico por parte del clan Verstappen en explorar todas las posibilidades.
La posible llegada de Max a Ferrari, aunque aún en una etapa exploratoria, podría convertirse en una realidad si Lewis Hamilton, quien se unió al equipo italiano para 2025, decidiera un retiro prematuro después de la temporada 2026. Ante este escenario, Verstappen se posicionaría como el principal candidato para ocupar el asiento vacante, consolidando un “equipo de ensueño” con Charles Leclerc.
Los comentarios del piloto neerlandés alimentan la especulación, pues recientemente admitió que, de no ganar un título en 2026, consideraría competir en carreras de resistencia GT3 de forma paralela a la F1. El rumor de que buscará las licencias necesarias para el legendario Nordschleife este mes ha encendido las alarmas, pues se interpreta como una señal de su posible descontento con el formato de la Fórmula 1. Su reconocida aversión al “circo” mediático que rodea a la categoría máxima ha llevado a algunos a temer que la F1 pueda estar perdiendo a su mayor estrella.
El director ejecutivo de la F1, Stefano Domenicali, ha expresado públicamente su preocupación, señalando que, aunque Max ha sido “muy fiel a Red Bull”, es natural que en algún momento considere otras opciones. “No quiero perderlo en la F1”, declaró Domenicali, lo que refleja la importancia de Verstappen para la categoría.
El interés del piloto en otras disciplinas es evidente, y si bien es algo positivo, la posibilidad de que la F1 pierda a su figura más dominante, al menos en las carreras, es una preocupación real y palpable en el mundo del automovilismo.
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