El Gran Premio de São Paulo será recordado por la impresionante exhibición de Max Verstappen, quien protagonizó una de las remontadas más memorables de su carrera al subir al podio después de haber iniciado la carrera desde el pit lane. El neerlandés, atribuyó esta hazaña a la implacable mentalidad de riesgo y rendimiento que impera en Red Bull Racing.
Tras ser eliminado sorpresivamente en la Q1 el sábado, el equipo de las bebidas energéticas tomó una decisión radical: retirar el coche del parc fermé. Esto permitió realizar modificaciones drásticas en la configuración del monoplaza y equiparlo con una nueva unidad de potencia, priorizando el rendimiento en carrera por encima de la posición de salida.
La audaz estrategia dio sus frutos de manera espectacular. Verstappen demostró un ritmo superlativo, abriéndose paso agresivamente a través del pelotón para unirse a los líderes. Tras la carrera, el piloto explicó a Sky Sports que esta disposición a tomar decisiones arriesgadas es el sello distintivo de su equipo: “Es fácil hablar de ello después, pero lo que más me gusta es esto: el equipo nunca se rinde”, comentó el tetracampeón mundial.
Verstappen subrayó que la complacencia no es una opción en Milton Keynes: “Siempre queremos hacerlo mejor. No nos conformamos con el segundo puesto. Después del sprint podríamos haber dicho: ‘No toquemos el coche, no arriesguemos’, pero ese no es nuestro estilo”, añadió.
La búsqueda constante de la máxima prestación fue la clave. “Siempre buscamos un mayor rendimiento. No funcionó en la clasificación, pero nos dio la oportunidad de volver a modificar el coche y hoy hemos sido mucho más competitivos. Salir desde boxes, llegar al podio y terminar a solo 10 u 11 segundos del líder es un resultado increíble”, concluyó Max Verstappen.
Follow @formulanitrocom
COMMENTS