La IndyCar anunció una significativa alteración en sus planes de modernización: la esperada introducción de un nuevo chasis, inicialmente prevista para la temporada 2027, ha sido pospuesta hasta 2028. Esta decisión, confirmada por el propietario del campeonato, Roger Penske, surge principalmente por la falta de un compromiso a largo plazo de sus actuales proveedores de motores.
Desde 2012, la categoría ha competido con el mismo chasis, con mínimas modificaciones a lo largo de 13 años, lo que ha generado un creciente deseo de evolución. En octubre pasado, Penske Entertainment había revelado los primeros conceptos del próximo monoplaza, despertando diversas opiniones entre los pilotos. Sin embargo, la hoja de ruta ahora se recalibra un año más. El factor determinante para este retraso es la situación contractual de Honda y Chevrolet. Ambas compañías, pilares de la motorización en la IndyCar, aún no han firmado acuerdos que se extiendan más allá de 2026.
Esta incertidumbre sobre la continuidad de los fabricantes ha forzado a la serie a prolongar la normativa actual. Los motoristas han expresado la necesidad de al menos 18 meses de preparación para integrar los nuevos sistemas de propulsión, lo que hace inviable el lanzamiento del chasis en 2027 sin contratos firmes. Las recientes declaraciones de Zak Brown, director ejecutivo de McLaren Racing, durante un evento en Detroit, han intensificado las preocupaciones. Brown dejó entrever la posibilidad de que Honda no permanezca en la IndyCar después de 2026, lo que dejaría a Chevrolet como el único motorista de la categoría. Esto representaría un escenario complejo para un campeonato que valora la competencia entre fabricantes.
Brown no ocultó su frustración con la situación actual del monoplaza: “Entiendo que estamos esperando la fórmula del motor que impulsará el tipo de coche que necesitas. Creo que, al final, le hemos hecho muchos arreglos a este coche, y es por eso que pesa tanto. No es lo suficientemente rápido. Hay que integrar mejor el sistema híbrido. Creo que cuando empiezas a ir ajustando todo, terminas con un coche grande y pesado. Desafortunadamente, algunos equipos están innovando mediante la ingeniería de un coche muy antiguo. Esa es la única forma de encontrarle más ritmo. Te hace preguntar: ‘¿Dónde podemos innovar?’. Empiezas a innovar en áreas en las que no deberías”, aludiendo a la búsqueda de ventajas en zonas grises del reglamento ante la falta de un nuevo diseño”, explicó Zak.
Este aplazamiento no solo otorga más tiempo a los fabricantes de motores para definir su futuro, sino que también subraya la necesidad de una hoja de ruta clara y unificada para la evolución técnica de la IndyCar, buscando un equilibrio entre la tradición y la modernización.
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