Yuki Tsunoda, de cara al Gran Premio de Mónaco de este fin de semana, ha revelado su estrategia de afrontar la cita monegasca con una progresión gradual, priorizando la comprensión del monoplaza y la puesta a punto. Esta cautela se intensifica tras el incidente que protagonizó durante la clasificación en Imola, un evento que ha marcado su enfoque para las próximas carreras.
Tsunoda, compartió las dificultades que ha enfrentado desde el inicio de la temporada, un periodo en el que se ha centrado en mejorar su adaptación al coche y a las diversas configuraciones. Sus declaraciones reflejan una autocrítica y un compromiso por superar los obstáculos. “Para ser honesto, si hubiera entendido mejor el coche, este accidente no habría ocurrido. No he tenido un accidente así desde 2022. Me esforcé demasiado. De hecho, la configuración que probé era completamente nueva. El coche de Red Bull cambia más de lo que esperaba. El coche VCARB no reacciona de forma tan diferente. Mi planteamiento en Imola fue erróneo. Él usó las expresiones. Cuando intento algo nuevo, tengo que mantener la calma. Esto también es un proceso de aprendizaje”, comentó el japonés.
El piloto de Red Bull, ha enfatizado la importancia de un proceso de aprendizaje continuo, especialmente en una temporada donde la competitividad es alta y cada detalle cuenta. Su rol dentro del equipo, aunque en evolución, lo ha llevado a ser más meticuloso en su análisis y en la comunicación con los ingenieros. “Me gusta la pista. Tengo buenos recuerdos de aquí en los últimos dos años. Pero el coche Red Bull es muy variable en Mónaco. Max también lo dijo. Así que tendré que ir ganando confianza poco a poco. Espero tener un buen rendimiento en la clasificación”, concluye Tsunoda.
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