El piloto de Red Bull, Max Verstappen llega a uno de sus circuitos talismán, uno donde ha conseguido repetir triunfo, junto al Gran Premio de Austria. Se trata del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde de forma inesperada, los Red Bull han mostrado un gran rendimiento a pesar de las grandes rectas.
La gran altitud a la que se encuentra Ciudad de México ha maximizado las virtudes del motor Renault, lo que unido a la gran capacidad para generar carga aerodinámica del Red Bull así como la habilidad del piloto, fueron suficientes para lograr la victoria tanto en 2017 como en 2018, quedando la duda de si con el motor Honda, el monoplaza de la bebida energética podrá ser igual de competitivo que en temporadas anteriores: “Tengo muchas ganas de volver a México, ya que los dos últimos años han sido muy especiales con dos victorias. El Gran Premio de México es un gran evento y los aficionados son verdaderos apasionados de la Fórmula 1”, dice Verstappen.
Max, asegura que el ‘feeling’ que se respira en México es especial debido a que la calidez de su afición, la comida y el espectáculo hacen que sean unas de las carreras favoritas de la temporada: “La gente es muy amable y tienen la mentalidad relajada que me gusta, además de que la comida es muy buena. Hay grandes multitudes el día de carrera, con bandas de mariachis, DJ en el podio y demás cosas que los organizadores hacen y que es genial.”, añade el de Red Bull.
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