Tras sus victorias en Red Bull Ring y Hockenheim, Max Verstappen se convirtió candidato al segundo lugar en el campeonato mundial, delante de Valtteri Bottas, y los pilotos de Ferrari. Sin embargo, desde la recuperación, es el SF90 el que ha tomado la delantera en la carrera de desarrollo, mientras que el Red Bull se está estancando claramente.
Verstappen, cuyo futuro para 2021 es aún incierto, parecía molesto por los rendimientos relativos que van en declive. Por tanto, el holandés busca, antes de las últimas carreras de la temporada, volver a movilizar la suya, especialmente con vistas al próximo año. “No hemos progresado tanto como nos hubiera gustado, pero cuando nos comparan con Mercedes, no es que estemos muy lejos. Pero ciertamente no hemos progresado contra Ferrari”, señaló.
A su juicio es necesario trabajar aún más duro para que el próximo año haya mejoras sustanciales, y sobre la unidad de potencia aclaró “siempre podemos hacerlo mejor. Todos saben que no es un secreto, todos lo queremos”. De igual forma agregó: “No es solo ahora que lo digo: Todos en el equipo están conmocionados, y todos tienen el mismo deseo de progresar”.
“Por supuesto, no esperaba poder pelear por el título este año. Este no sería un objetivo realista cuando comienzas a trabajar con un nuevo socio, a menos que ese socio haya demostrado su rendimiento durante mucho tiempo”, expresó refiriéndose a la relación con Honda.
Según Max, la temporada 2019 servirá como transición, o como prueba a gran escala para el próximo año: 2020 que deberá convencerlo, o no, de quedarse en Red Bull.
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