Sorpresa en Red Bull: Marko refuta las declaraciones de Horner sobre el motor de 2026

Un inusual desacuerdo público ha surgido en la cúpula de Red Bull Racing, luego de que Helmut Marko, se mostrara asombrado ante los recientes comentarios de Christian Horner, en relación con las expectativas sobre la nueva unidad de potencia que utilizarán en 2026.

Horner, declaró previamente que no se debería esperar que el motor de desarrollo propio de Red Bull, una apuesta ambiciosa para la temporada en que las regulaciones de la Fórmula 1 cambiarán drásticamente, fuese el mejor de la parrilla desde el principio. Sin embargo, estas palabras parecen haber tomado desprevenido a Marko, una de las figuras más centrales y veteranas del proyecto Red Bull en la F1.

La temporada 2026 marcará un hito histórico para Red Bull, al ser la primera vez que compitan con su propia unidad de potencia. Este desafío tecnológico y operativo conlleva una presión inmensa. A pesar de esto, la percepción interna del equipo, según Marko, contrasta con la imagen más cautelosa pintada por Horner. “Me sorprendí cuando leí esta declaración”, confesó Marko al medio austriaco OE24.

El asesor de Red Bull, dejó entrever que las conversaciones internas del equipo presentan un panorama diferente. “Al menos cuando hablamos de ello en el equipo, las cosas cambian. Creemos que nuestro motor está dentro del rango de potencia esperado y que no tenemos una desventaja significativa en este momento”, añadió, matizando la visión de Horner.

La transición hacia los nuevos motores de 2026 representa un punto de partida “desde cero” para todos los fabricantes, no solo para Red Bull. Marko enfatizó que esta paridad inicial es una oportunidad. “Otros fabricantes también tienen que diseñar motores completamente nuevos para 2026. Esto supone empezar desde cero, no solo para nosotros, sino para todos”, explicó. En este proceso, Red Bull ha fortalecido su división de motores, integrando a nombres con experiencia, la mayoría de los cuales provenían de importantes fabricantes de motores. Marko concluye esperando que la nueva normativa evite el tipo de dominio visto con Mercedes en 2014, cuando una ventaja abrumadora en la unidad de potencia marcó una era.